Si se culmina lo que los terroristas separatistas denominan la 'vía Kosovo', por la que se pretende declarar la independencia unilateral desde un Parlamento autónomo de Vascongadas y se produjera la cesión del Gobierno de España, las Fuerzas Armadas están obligadas a defender la unidad de España y a tomar el poder. Es, para los pusilánimes, una obligación constitucional, más allá, es un imperativo del honor: las Fuerzas Armadas se deben, antes que a nadie, a España. No son mercenarios de una casta, ni lacayos comprados por una soldada, sino servidores de una idea, de la paz y tranquilidad de un territorio, de los derechos personales de sus compatriotas.
Soy un soldado de España y he jurado ante nuestra bandera estar dispuesto a derramar hasta la última gota de mi sangre por la unidad nacional y la integridad territorial y es un compromiso que renuevo cada día. Emplazo a los soldados de España a estar alerta. A su disposición me pondré, si se da la ocasión que se avizora en el inmediato futuro.
Estamos gobernados por traidores, que llevan vendiendo a España desde hace cuatro décadas. La cesión se está incrementando en los últimos tiempos. La hoja de ruta pactada con ETA por Zapatero está siendo seguida por ese traidor incompetente de Mariano Rajoy. PP y PSOE no sólo son dos mafias, dos grupos organizados para el delito y el enriquecimiento, son dos grupos enemigos de España y de los españoles.
El partido que proclamaba su firme compromiso de ilegalizar al brazo político de ETA no ha movido un dedo en esa línea, sino en la contraria, con el beneplácito del Tribunal Anticonstitucional. Rajoy va con los pantalones bajados hasta los calcañares frente a los terroristas y a los separatistas. Es el lacayo de CiU es Cataluña.
El partido que asumía como bandera el cumplimiento íntegro de las penas concede el tercer grado al secuestrador de Ortega Lara. El PP es un partido que conspira contra la unidad de España y que está entrando en el terreno de la traición. Ortega Lara ha abandonado el PP ante las cesiones tremendas que vienen perpetrando este Gobierno de inútiles.
A estas alturas no se entiende por qué no se cedió ante ETA y se salvó la vida de Miguel Ángel Blanco. Da la impresión de que gente acanallada como José María Aznar y Mariano Rajoy, gente sin principios y sin moral, antipatriotas, sólo buscaron un rédito electoral sobre la sangre de un inocente. Están traicionado a sus muertos. Emplazo a Jaime Mayor Oreja a abandonar inmediatamente el PP. Él fue el que convocó a la nación a resistir al chantaje y a mostrar dignidad. Una dignidad que él está perdiendo a chorros cada día, para quedar como un completo sinvergüenza que se vende por un puesto en el Parlamento europeo y que calla frente al atropello.
Antes que la canonjía está la dignidad. No digo nada de Alejo Vidal-Quadras porque no hay que perder el tiempo con gente tan menor, con un falso héroe apesebrado y sin resortes morales. Ni de Esperanza Aguirre que aparecía por "sorpresa" en las manifestaciones de víctimas, acompañada por las cámaras de Telemadrid, que ahora ni están ni se las espera, como a ella, una política menor e incompetente que se ha labrado un falso prestigio a base de chequera.
Cede ahora un ministro del Interior, Jorge Fernández, miembro del Opus Dei, pero hombre sin la mínima hombría y la mínima moral, que es un presunto delincuente habitual que roba al contribuyente 1.800 euros cada mes con una dieta de alojamiento a la que no tiene derecho, y al que los policías españoles deberían detener de inmediato.
Dónde está la Asociación de Víctimas del Terrorismo degenerada en Asociación de pesebristas a costa de sus propias víctimas. Con Zapatero, salían a la calle, se manifestaban. Lo que valía contra el PSOE, no vale cuando está el PP en el poder. Ya vemos que lo hacían a favor del PP y no de las víctimas. A pillar mancillando la memoria, la dignidad y la justicia de sus propios familiares. Con el PP, posturas retóricas, vergonzantes, abandonando a su suerte a los que muestran dignidad como Ortega Lara o como la madre de Silvia. Ángeles Pedraza, eres una vergüenza nacional y tu Asociación de Víctimas del Terrorismo tendría que fusionarse con el PP y asumir su posición de cloaca claudicante.
Los terroristas tienen que cumplir íntegras sus penas. El Estado de Derecho no funciona mediante sentimentalismos que son meras claudicaciones; el Estado de Derecho funciona con racionalidad. Podría recurrir a la emotividad, porque el cautiverio de Ortega Lara da para mucho en esa línea. Un secuestro caracterizado por la inhumanidad. Hay que ir a la cadena perpetua para los terroristas e ilegalizar a sus partidos, que son terrorismo puro y duro. Y cerrar de inmediato las escuelas donde se envenena las almas de los niños con el odio a España y a otros españoles.
A estas alturas, con este Gobierno claudicante, la cuestión es para qué ha servido la muerte de tantos patriotas, de tantos militares entregados, de tantos guardias civiles y policías sacrificados, la muerte de tantos concejales del Partido Popular. A lo mejor han servido para que la familia Aznar se enriquezca, con su yerno Alejandro Agag, para que Mayor Oreja siga viviendo del cuento y para que Rajoy llegue a La Moncloa y su esposa Viri esté colocado en Telefónica.
No tienen ni el más mínimo respeto a sus muertos. Se están ciscando en su memoria. Les expusieron al peligro, les llevaron al matadero defendiendo unos principios y unas ideas que sus dirigentes pensaban traicionar. Repito: mejor hubiera sido haber cedido cuando tenían a Miguel Ángel Blanco secuestrado, que ensuciar su memoria y la de Gregorio Ordóñez y la de tantos otros.
Cuando se cede en lo poco es que se está dispuestos a ceder en lo mucho. Y aquí ya se está cediendo en lo mucho. Y cuando se cede en lo mucho es que se está dispuesto a ceder en todo. Es evidente, es claro, es notorio, que este mequetrefe que gobierna ilegítimamente en La Moncloa –pues lo hace con un programa que está en las antípodas del refrendado en las urnas- está dispuesto a ceder en todo, en la unidad de España. Y ante eso no podemos ceder los patriotas, nadie, y menos que nadie los soldados de España, nuestras Fuerzas Armadas. España no es negociable. Su unidad es sagrada.
Nada se gana nunca con ceder. Los separatistas son totalitarios e imperialistas, reivindican zonas y zonas de España. Navarra, los etarras. Valencia y Baleares, los de CiU y Esquerra (y a lo que se ve, ese satélite degenerado de la Plataforma por Cataluña de Ravello, partido que debería tener un congreso extraordinario para depurarse de traidores a la Patria y aclarar su postura sobre la unidad nacional). Los conflictos son peores cuando más se enconan, los cánceres son más letales cuanto más se les deja extenderse.
Estamos en tiempos duros donde se hacen precisos ideas claras, coraje y valor. La Constitución sitúa bajo el amparo de las Fuerzas Armadas la defensa de la unidad de España y de su integridad territorial. Antes que la Constitución está la nación. Hay Constitución porque hay nación preexistente. Antes que nada está España, plebiscito de los siglos, narrativa común, ámbito de libertad. Sí, España lo único importante, como decían estos traidores antes de enfangarse en la corrupción y la mentira. Hoy más que nunca, soldados de la Patria: ¡Viva España!