España se sumará a todas las iniciativas internacionales contra la pena de muerte. Defenderá la inclusión de su abolición en todos los tratados multilaterales y colaborará activamente con los organismos internacionales que promueven campañas contra la pena capital. El Gobierno no extraditará ni expulsará a refugiados que puedan ser castigados con esta pena en sus países de origen.
Casi 70 naciones mantienen todavía en su legislación la pena de muerte como máximo castigo. Según un informe de Amnistía Internacional, cerca de 1.200 personas son ejecutadas cada año en esos países. Más de la mitad corresponden a China, aunque también se ejecutan a decenas de personas en EEUU, Vietnam e Irán. Hay democracias como Japón que todavía no han abolido la pena capital, aunque no la practican. Zapatero promovió la creación de una comisión internacional contra la pena de muerte y siempre mantuvo una posición coherente a este respecto. Esta es la línea que debería seguir el nuevo Gobierno. Proponemos que España se sume a todas las iniciativas internacionales contra la pena de muerte y tenga una participación activa en los organismos que promueven campañas contra su aplicación, que muchas veces tiene motivos políticos o religiosos.
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-- Publicado por VRedondoF para QNCCMV el 10/07/2011 01:01:00 AM